Una impresora 3D FDM funciona fundiendo un filamento de plástico -que puede ser de distintos tipos- a una temperatura determinada.
Esta fusión puede dar lugar, en algunos casos, a la liberación de determinadas sustancias (a veces denominadas en general "humos") que, además de provocar un olor desagradable, también pueden ser tóxicas si se respiran*.
Por lo tanto, se pueden tomar medidas para reducir la exposición a estos humos.
Mediante la instalación de un filtro HEPA, los humos que se acumulan en la cámara de impresión se filtran antes de liberarse en el entorno de trabajo. Lo ideal es acoplar también un filtro de carbón activo al filtro HEPA.
Al instalar un filtro HEPA y un filtro de carbón activo, se consigue una alta eficacia contra las nanopartículas y los COV (compuestos orgánicos volátiles) y las UFP (partículas ultrafinas). También reducen los olores emitidos durante la impresión.
El filtro tiene una vida media de entre 3 y 6 meses. Varía mucho en función de la frecuencia de uso de la impresora, el material impreso, el entorno en el que está instalada y muchos otros factores.
Atención. Es importante trabajar con seguridad.
Te recordamos que siempre es recomendable mantener una impresora 3D en un lugar aireado, no cerrado y bien accesible.
Incluso si utiliza PLA, es preferible prever una buena ventilación para extraer los vapores desconocidos emitidos por los colorantes del PLA coloreado, o por materias primas de mala calidad.
Además, espere siempre al menos 30 minutos antes de realizar cualquier trabajo de mantenimiento o modificación para permitir que la impresora se enfríe. La inspección periódica y la sustitución del filtro HEPA también se consideran tareas de mantenimiento.
Contenido del paquete: 1 x Filtro de aire HEPA para impresora 3D